Miguel Angel Buonarotti,
el genio de la escultura,
del color y la armonía,
un seis de marzo nació
en la ciudad de Capresa.
Amó el arte desde niño
y quiso ser un artista.
Se opusieron a la idea
los amigos y parientes,
y no pudo por entonces
satisfacer sus deseos.
Al cabo de algunos años,
el padre consintió al fin,
en mandar a Miguelín,
a casa de Ghirlandaio
en la ciudad de Florencia.
Trabajó allí con tesón
muchísimas esculturas,
causando la admiración
de Lorenzo y sus amigos.
Maravillado el Médicis
a su corte lo llevó.
Fue tratado por Lorenzo
como el mejor de sus hijos.
Allí su arte progresó
y mejoró su escultura.
La fama de Miguel Angel
a oídos del papa llegó,
y al instante lo llamó
a decorar la Sixtina.
Tuvo el artista en vida
muchísimos enemigos.
Entre los cuales estaba
un astuto cardenal
que mucho lo molestaba.
Miguel Angel, fastidiado,
pintando "El juicio final",
envió a dicho cardenal
a la sección del infierno.
Ya muy anciano murió
en la ciudad de los papas.
Dejó a la posteridad
belleza y grandiosidad.
miércoles, 18 de julio de 2007
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