domingo, 21 de octubre de 2007

Yo nunca estoy solo

YO NUNCA ESTOY SOLO
Javier Baptista, S.J.

Ruido callado, silencio sonoro.
Voz que no habla se me hace presente.
Aunque a mi lado no haya mucha gente,
oigo los cantos de invisible coro.

Nunca estoy solo si te busco dentro.
Tú estás conmigo de noche y de día.
Estando fuera también yo te encuentro.
Caras con nombre, que son compañía.

Nunca estoy solo si yo estoy contigo.
No siempre siento que estás a mi lado.
Sé, sin embargo, que tú eres mi amigo.

Tú me buscaste siendo yo un niño.
En mi camino me has acompañado,
siempre paciente, con mucho cariño.

La antigua alegría pasará al futuro

LA ANTIGUA ALEGRÍA PASARA AL FUTURO
Javier Baptista, S.J.

No es necesario ver las viejas fotos
para recordar los años pasados,
horas felices, los hechos remotos,
que ya están lejos pero no olvidados.

Muerto un amigo, otros más lo siguen.
Todos pensamos: "Estoy con mochila,
listo para el viaje". No nos persiguen,
pero sabemos que estamos en fila.

No tengo miedo, porque estoy seguro
que el bien pasado será mi presente.
Mi alegría de hoy pasará al futuro,
y lo no bueno se irá de la mente.

El viejo amigo, dado ya por muerto,
estará vivo más sano que antes.
Mis parientes ya están en el puerto.
Veo sus rostros, felices, radiantes.

Terminó ya el viaje. Entra, caminante.
Se fueron la duda y la incertidumbre.
Verás solamente una luz brillante,
allá en la montaña, en aquella cumbre.

Ya se fueron los años de la infancia

YA SE FUERON LOS AÑOS DE LA INFANCIA
Javier Baptista, S.J.
Ya se fueron los años de la infancia,
pero siempre podremos añorar
nuestros juegos y risas ifantiles
que nunca volverán.

Otra vez volveremos al colegio
los estudiantes y amigos de ayer,
leyendo los apuntes y libros
que nos dio el profesor.

Pensaremos en la querida hacienda
para de nuevo correr y saltar,
y bañarnos en las aguas tranquilas
del río del lugar.

miércoles, 10 de octubre de 2007

Alegran la vista

ALEGRAN LA VISTA
Javier Baptista, S.J.

Alegran la vista las flores que vuelan,
las mariposas.

De la enredadera sale un picaflor
vestido de flor.

Sonriente la rosa, alaba en silencio
a Nuestros Señor.

Con voz melodiosa canta el canario
su canto de amor.

Las nubes, inquietas, cambian de forma,
cambian de color.

En las calaminas la lluvia repica
tañer de campanas.

La tierra suplica que el agua dé saltos
hasta sus entrañas.

Cantan los ríos cantos antiguos y nuevos
para los niños.